Se busca una evolución en términos físicos, ya que los ejercicios practicados mejoran la fuerza muscular, la flexibilidad, el equilibrio y ayudan también a estimular positivamente el funcionamiento de los sistemas del cuerpo, como, por ejemplo, el respiratorio, el cardiovascular, el nervioso, entre otros…

Además, la práctica de Yoga busca fomentar la capacidad de la mente y la memoria mediante ejercicios de coordinación y de concentración. En el aspecto emocional, es una manera divertida de desconectar, de relajarse y de desarrollar una actitud de respeto hacia uno mismo y los demás, favoreciendo la autoestima y las buenas relaciones sociales.