Segundo de Bachillerato | El año más importante , ¿cómo es?
¿Qué es Segundo de Bachillerato?
Segundo de Bachillerato es el segundo curso de la última etapa educativa escolar, de estudios superiores no obligatorios, que te permite acceder a la vida laboral, a la matriculación de la formación profesional de grado superior o acceder a los estudios superiores universitarios tras pasar la prueba de EvAU, prueba homologada a la que podrán presentarse quienes estén en posesión del título de Bachiller.
Es un curso de cierre de una etapa vital, de incertidumbre frente a un futuro inmediato y la elección de la carrera universitaria, de los nervios previos ante un examen externo que es esencial en el expediente académico.
¿Cuánto dura segundo de bachillerato?
La etapa de Bachillerato comprende dos años académicos, pero se puede prolongar cuatro años máximo en régimen ordinario. Los alumnos promocionarán de Primero de bachillerato a Segundo cuando hayan aprobado todas las materias o tengan pendientes como máximo dos materias, que se llevará a cabo una supervisión de la materia a lo largo del curso académico para superarlas satisfactoriamente.
Cómo aprobar segundo de Bachillerato | Sistema de Evaluación
El sistema pretende guiar a los alumnos al estudio diario y a que tengan un conocimiento permanente de los contenidos que se están impartiendo a lo largo del curso. Se emplea un sistema mixto (evaluación continua + examen). Los alumnos son evaluados en diversos momentos a lo largo del curso académico.
Objetivos de segundo de bachillerato
El Bachillerato tiene como finalidad proporcionar a los alumnos una formación íntegra, una madurez intelectual y humana, conocimientos y habilidades que les permiten desarrollar funciones sociales e incorporarse a la vida activa con responsabilidad y competencia. Los alumnos acceden a Bachillerato tras terminar satisfactoriamente la Educación Secundaria Obligatoria.
¿ En qué consiste Segundo de Bachillerato y cómo afrontarlo?
Pensar en Bachillerato, es hacer frente a unos años académicos que, si bien es cierto que ya no son obligatorios, son necesarios para todos aquellos que quieren acceder a estudios superiores universitarios o para ciertas oposiciones, cada vez más requerido, ya que se conforma un estudio superior. Esa sensación de que falta algo, muy poco, muy pocos meses para alcanzar un sueño. Muchos alumnos se sienten agobiados por estar sentenciados por una nota académica que deben conseguir, que deben ir consiguiendo día a día, prueba tras prueba. Cuando algo sale mal hay que reinventarse, superarse a sí mismo y construir otro plan, trazar otro camino para conseguir lo que se quiere. Porque ojalá hubiese una máquina en el tiempo para poder retroceder y decir al niño que eras no te conformes que esto te valdrá para el futuro, una lección que solo se aprende viviendo.
Muchos sienten esa presión. No solo los alumnos, también los profesores, que acompañan en este proceso de aprendizaje, el último año, la última oportunidad para aportar todo el conocimiento, para reforzar todo lo dado, para acompañar en cada situación personal, por prepararlos lo más perfectamente posible para la Selectividad, la prueba posterior a segundo de Bachillerato, otro peldaño más.
Por otro lado, muchos factores pueden ser determinantes a lo largo de este curso: la angustia de no llegar, de no saber demostrar todo lo trabajado o estudiado, de no sentirse comprendido, de ser demasiado exigente con uno mismo, de sentirse fracasado antes de acabar… A pesar de ser un curso en el que hay que estudiar y esforzarse más que en ningún otro año escolar, por ser más escueto, siempre hay que encontrar un hueco para uno mismo, un pequeño refugio diario. Ese refugio que debe personal, intransferible y como escape a todo lo anterior expuesto, para poder tener una concentración máxima y recargar las fuerzas para todo lo que tenga que venir, es primordial seguir fortaleciendo ese carácter que aún no está formado del todo como persona.
Por eso, la educación en valores y de concienciación ciudadana y estudiantil debe ser también una de las bases en este curso de segundo de Bachillerato, acompañado de compañeros y profesores constantemente. Unos buscarán su lugar dentro de la música, otros en el deporte, otros en la lectura, otros en la pintura… hay diversos mundos, tantos como personas, porque el mundo interior de cada uno es único e irremplazable, por lo que también en este proceso de aprendizaje tienen que ir descubriendo las técnicas de aprendizaje que mejor les funciona, la expresión análoga de otros escritores, las críticas constructivas para formarse su ser… Sin embargo, esto no es solo por salvar el curso de la mejor manera posible, sino por ir construyendo su camino, no es una etapa que cierra y olvidas y ya en la universidad no te vale lo que has visto en el colegio. Porque por mucho que podamos dar consejos e indicar qué fallos tuvimos, la vida solo se aprende viviendo y como dijo Miguel de Unamuno: “Deberíamos tratar de ser los padres de nuestro futuro en lugar de los descendientes de nuestro pasado”. Mirar siempre con la cabeza alta a lo que se quiera conseguir, un curso más, decisivo sí, pero en formación y espíritu, por eso no se puede descuidar la parte más humana del alumno en este camino, porque el estudio no es lo único que importa.
Es un curso escolar que se suele recordar siempre, ya sea segundo de Bachillerato o COU en su defecto, pero que permanece sempiterno en la memoria. Cuando te preguntan: “¿qué tal te fue a ti o cómo lo viviste?” hay un alto porcentaje de probabilidades de que se recuerde y ante esta pregunta hay tres posibilidades: bien, mal o normal: un curso más. El estado anímico de los alumnos acompaña a esta pregunta. En conclusión, no es solamente la exigencia académica sino también emocional que debe ser fortalecida para ir creciendo como persona.
Como es la vida durante Segundo de Bachillerato
Año resumido en nueve meses de septiembre a mayo, como un embarazo que da lugar a una nueva vida, el fruto del esfuerzo y del trabajo continuo, de tantas ilusiones, aunque lleno de incertidumbres constantes que te hacen pasar por innumerables coyunturas inimaginables.
Qué relativo es el tiempo, hay días que se pasan tan rápido como un suspiro porque los has disfrutado y días lentos que parece que se ha detenido el reloj. Días que se te escapan de las manos e imploras algo más de tiempo. Nunca creíste que pudieras realizar tanto en una hora, en un minuto. Qué nimio parece ahora aquello de postergar el despertador cinco minutos más. Planificaciones insondables.
Arduo camino previo a la vida universitaria. Por momentos sientes gozo, llanto, impotencia, orgullo, indecisión, confianza, agotamiento, destreza, coraje, ímpetu… Dar lo mejor de uno mismo para que merezca la pena cada sacrificio, luchar por alcanzar lo soñado.
Muchos no saben qué será de ellos tras ese curso, eso aumenta la ansiedad de ¿qué será de mí si aún no sé qué quiero estudiar, ni qué nota necesito? Sin embargo, otros pensarán no llego, ¿por qué no me esforcé más en primero? No vale la pena echar la vista atrás y pensar en los errores cometidos, sino más que afrontarlos para ser mejor hoy. Decimales, pero es mucho más que eso, una etapa vital acaba. Tus compañeros de viaje, tus amigos, tus profesores, esas cuatro paredes entre las que creciste, tu segunda casa, cambiarán, inevitable pensar en lo que dejas atrás, un nuevo engaño, porque siempre formarán parte de tu historia para siempre.
Año de nuevas sensaciones, ilusiones que te forjan como persona, tus límites no estaban donde pensabas y ante las inseguridades no estás solo, miles de abrazos y miradas de personas en las que confías te acompañan.
Tiempo turbulento que tambalea la vida, frente a las adversidades las personas se crecen, se nutren de las ilusiones del reflejo de sus compañeros, del empuje y cariño de sus profesores y de sus padres, porque conseguirán alcanzar sus sueños y con los años vendrán a hacernos partícipes de ello.
La familia: un pilar fundamental durante Segundo de Bachillerato
Irremediablemente un pilar durante la vida es la familia. Durante todo el artículo estamos observando quesegundo de Bachillerato es un curso decisivo y que es fundamental el apoyo de la familia en casa, también hay que ayudar a los padres a saber cómo afrontar este curso, porque es verdad que todos han vivido el curso, o un porcentaje muy elevado, pero una cuestión es vivirlo personalmente en la etapa vital en la que te hallas y, otra muy distinta, acompañar a tu hijo en este proceso. Son muchas las preguntas que surgen desde casa: qué carrera escoger, qué salida será la mejor, cómo puedo ayudar a gestionar los nervios de mi hijo… Todos los interrogantes son pocos, porque todos quieren lo mejor para ellos, pero a veces no saben cómo ayudarlos. Asimismo, la sociabilidad de los alumnos puede ser cambiante, habrá días que estén más comunicativos, otros, más irascibles, unos días felices y otros el mundo se les caerá encima y no verán salida… Por eso es fundamental que en este proceso haya una comunicación constante, que no se reparta las tareas entre lo académico y lo personal, porque ellos siguen siendo la misma persona, siguen siendo igual en el colegio que en casa e incluso cuando en uno de los dos lugares se sientan más seguros, será una vía para ayudarlos en el otro camino. No se puede tomar como algo baladí, que cada uno luche en su frente, porque el alumno sigue teniendo las mismas incertidumbres.
Las familias son imprescindibles en este acompañamiento, en este sentirse escuchados, comprendidos, en esta etapa decisiva en la que todo cambia, son los padres los que eligieron el centro educativo de sus hijos, por eso también hay que pensar en ellos, en acompañarlos en todas las bifurcaciones que plantea un año tan cambiante. Hay que darles respuesta, a veces solo con escuchar es suficiente, con comprender su parte en el proceso.