Promover la creatividad de los niños es esencial, por ello, durante la jornada escolar podemos ayudar a nuestros pequeños a expresarse por sí mismos, con libertad, generando ideas nuevas y apropiadas. Unas sencillas hojas de árbol, bloques lógicos, cajas de cartón… cualquier material es bueno para estimular su imaginación. A través de este tipo de juegos, los niños son capaces de ver diferentes y originales usos en objetos muy simples, crear figuras y sus propios inventos. Con ello se estimula la resolución de problemas, se mejoran las relaciones y se facilita el trabajo en equipo.

En las fotos podemos observar como dos pequeñas hojas circulares se convierten en gafas, bigotes, coletas, orejas, anillos, uñas, coloretes y juegos… muchos juegos “sostenerla en la nariz”, “soplar y que no se caiga”…

No olvidemos que esta importante y divertida actividad puede reforzarse también en familia.